¿Qué es el Dermapen con Botox?
El tratamiento con Dermapen y Botox, a veces referido como “Microbotox” o “Botox intradérmico”, es una técnica innovadora que fusiona los beneficios del microneedling con las propiedades del Botox. En este procedimiento, el Botox no se inyecta en los músculos como en los tratamientos tradicionales, sino que se aplica superficialmente o se introduce a través de las microperforaciones creadas por el Dermapen. Esto permite una distribución uniforme de la toxina botulínica en las capas superiores de la piel.
Beneficios del Dermapen con Botox
Mejora de la textura y tono de la piel: La combinación del microneedling con Botox ayuda a reducir la apariencia de poros dilatados, líneas finas y cicatrices superficiales, dejando la piel con un aspecto más liso y uniforme.
Control de la producción de sebo: El Botox, aplicado de manera superficial, puede disminuir la actividad de las glándulas sebáceas, lo que resulta en una piel menos grasa y una reducción de los brotes de acné.
Efecto lifting suave: Aunque el Botox se usa generalmente para relajar los músculos faciales y reducir las arrugas, en este contexto, su aplicación superficial puede dar un ligero efecto de lifting, mejorando la firmeza y elasticidad de la piel.
Minimización de las líneas finas: Las microperforaciones creadas por el Dermapen permiten que el Botox penetre más eficazmente en la piel, suavizando líneas finas sin afectar la movilidad natural del rostro.
Tratamiento menos invasivo: A diferencia del Botox tradicional, que requiere inyecciones más profundas, esta técnica es menos invasiva y tiene un tiempo de recuperación más corto, con menos riesgo de hematomas o hinchazón significativa.
Procedimiento
El tratamiento comienza con la limpieza y preparación de la piel. Posteriormente, el especialista aplica el Dermapen sobre las áreas a tratar, creando microcanales en la piel. A continuación, se distribuye el Botox en la superficie o se inyecta en las microperforaciones, permitiendo una absorción más efectiva. El procedimiento es relativamente rápido, con una duración de aproximadamente 30 a 60 minutos, dependiendo del área tratada.
Recuperación y resultados
Después del tratamiento, es común experimentar enrojecimiento y sensibilidad en la piel durante las primeras 24-48 horas. Sin embargo, estos efectos son temporales y suelen desaparecer rápidamente. Los resultados comienzan a ser visibles en los días posteriores, con una mejora continua en la textura y apariencia de la piel en las semanas siguientes.